16 de marzo de 2014

Persistencia de lactasa y racismo

Aquí en Escandinavia, y particularmente en Dinamarca, se cree que eso de ser capaz de digerir lactosa es una característica de la raza superior, es decir, de les realmente blanques. Vamos, de ellesCuanto más al norte, no me dejan de repetir, más personas con la mutación que supone en su opinión un avance evolutivo para conservar la lactasa (la enzima que procesa la lactosa) en la edad no lactante y digerir por tanto todos esos productos creados con las leches de otres animales que ele humane.

Este mapa (o uno similar) se encuentra por todas partes, desde entre les médiques daneses (no solo en las consultas, sino por ejemplo en su revista Læger -Médiques- y en publicaciones como Sundhedslex -Enciclopedia Médica-) hasta en la Asociación de Intolerates a la Lactosa (ADILAC) del Estado español, además de en Wikipedia y miles de artículos y revistas online especializadas en temas que van desde medicina hasta antropología, y en todos los idiomas que puedo entender. El mapa muestra la supuesta distribución de la intolerancia a la lactosa en el porcentaje de la población total. Aunque las áreas son demasiado grandes para mostrar diferencias regionales, nos hacemos una idea. Son les blanques les que digieren la lactosa. Son les occidentales y sus descendientes. Son les europees del noroeste y sus ex colonias "blancas". Por tanto, cuanto menos blanque se es, menos se es capaz de digerir lactosa.


Sin embargo, como siempre ante estos discursos biologicistas que promueven un determinado entendimiento del mundo que casualmente sitúa a les blanques en un vértice (y en este caso para no variar por supuesto en su opinión no en el peor), hay que tener mucho cuidado. 

Este mapa tiene tantos problemas que no sé ni por dónde cogerlo. 

Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda son imaginados como países con poblaciones completamente blancas. Curioso pues el porcentaje de bebedores de leche si lo comparamos con el de las zonas de las que provienen muches de les habitantes de estas naciones imaginadas como blancas. Aparentemente les africanes, latinoamericanes y asiátiques (por no hablar de los pueblos nativos de Norteamérica) que habitan en Estados Unidos han adquirido la capacidad de digerir la lactosa por arte de magia... o más bien por arte de exclusión estadística y racismo institucionalizado. Si en 2010 había solo un 72,4% de población estadounidense considerada como blanca en el censo, y si en esa cifra se incluía también a les hispanes blanques, ¿cómo nos explicamos el porcentaje de digestión de la lactosa en EE.UU. que muestra el mapa? El mismo análisis crítico cabe con Australia y Nueva Zelanda, donde los porcentajes de personas con origen en Asia, Oceanía y otras regiones son obviamente olvidados y solo se recuerda la descendencia de origen europeo blanco. 

Lo opuesto pero en realidad siguiendo el mismo mecanismo se ve en la representación de países que se imaginan como periféricos a la existencia de les blanques, y por tanto como completamente no blancos. Aparentemente según el mapa la distribución de personas no blancas es prácticamente uniforme al sur del Ecuador. Por ello, un país como Zimbabue donde la población no africana es inferior al 0,3% según su censo, contiene el mismo nivel de personas intolerantes a la lactosa como un país como Sudáfrica, donde el porcentaje de población definida como blanca (un 9%) aparentemente ha perdido su capacidad de digerir la lactosa. Por ello también, cuanto más al sur de Estados Unidos y más lejos de Europa, y también menos occidental, aparentemente menos blanque se es. Es para quedarse con la boca abierta ver que países como Argentina, donde el porcentaje de personas procedentes de etnias europeas entendidas como blancas supone nada menos que un 80%, figuran en el mapa como regiones donde la población no puede apenas digerir lactosa. Obviamente eses antigües europees deben haber perdido casi por completo su capacidad de digerir leche al cruzar el Atlántico hacia el sur y no hacia el norte. Me pregunto yo qué creen les que han diseñado este mapa que hacen con todas esas vacas en el Cono Sur...

Más de lo mismo se puede ver en lo que sucede con la representación de las poblaciones árticas. Allí donde se cree que hay blanques de les buenes (el  norte de Canadá y Alasca junto a la mayor parte de Rusia,), la leche acompaña. Rusia es además un caso singular, ya que a pesar de tener 160 grupos étnicos, sigue siendo visto como un país de los nuestros, porque ya sabemos que les ruses son rubies, y les rubies son blanques, y les blanques digieren leche...

Si volvemos ahora la vista a esa Europa resplandeciente blanca, esa que está en el norte, aparentemente aquí sucede que les habitantes procedentes de otras regiones han adquirido esa capacidad de consumir lácteos por el mero hecho de mudarse a la supuesta cuna de la lactasa. O al menos no puedo encontrar otra forma de explicar que ninguna de esas regiones del norte tenga un porcentaje de población cuya etnia con origen en esa región sea tan elevado como el número mencionado para personas que pueden digerir la lactosa. A esto volveré más abajo.

Casi más escandalosa me resulta la manipulación que existe en la interpretación del simple hecho de ser capaz de digerir lactosa y por tanto la distribución de zonas donde la persistencia de la lactasa existe y su representación en los mapas. El cuento oficial, médico, científico, comercial y demás es el mismo. Les noreuropees tienen la mutación, desde elles se ha extendido a otres pueblos. Pero, ¿es esto cierto? No.

Existen varias mutaciones diferentes entre les humanes que nos han permitido digerir la lactosa. La mutación europea no es la única. Ni siquiera es la única explicación. También hay mutaciones que hacen lo contrario, que no permanezca la lactasa en la edad adulta.

Y es que no solo les europees han aprendido a consumir productos lácteos en cantidades ingentes a lo largo de la historia. Cualquiera con un mínimo de conocimiento del mundo ha oído hablar de pueblos como les masáis, que viven históricamente del ganado y su leche, o ha probado a degustar algun plato de la India entre cuyos ingredientes sin duda había algún producto lácteo. Es una mentira que la lactosa no se pueda digerir si no se es blanque y rubite.

De hecho, los estudios menos sesgados por el racismo muestran que existen focos en la humanidad que han desarrollado algún tipo de capacidad para consumir lácteos de forma independiente, y su distribución se corresponde con la distribución de la domesticación y producción de ganado especialmente bovino, pero no únicamente. Así, pueblos como les tuaregs, que históricamente viven con ganado caprino y camélido, les beduines de la península Arábica que conviven con ganado camélido, les mongoles de las estepas, cuya dieta incluye lácteos equinos, o una gran parte de la población del este de África y del subcontinente indio, son capaces por lo general de digerir la lactosa, por mucho que en este mapa y sus similares figuren con colores y porcentajes irrisorios. 

Ahora retornemos a Europa del Norte. Es para mostrarse incrédule de todo lo que sigue cuando une escucha día sí y día también que el origen de la persistencia de la lactasa está aquí y que por eso aquí es donde hay un mayor porcentaje de población que no es intolerante a la lactosa. Cómico si se tiene un conocimiento básico de la historia europea y global. La domesticación del ganado sin duda no se inició en esta región del mundo y llegó aquí mucho después. De hecho, los estudios genéticos muestran que la mutación predominante que permite digerir lácteos en el norte de Europa se originó en Europa Central y desde allí se expandió a otras regiones y pueblos, incluyendo turques, mongoles, ibériques y también más tarde escandinaves. 

La mayor parte de los estudios mencionados en este país muestran que el porcentaje de daneses incapaces de digerir lactosa se sitúa en torno al 3-4%, y algo similar sucede con les sueques del sur y les noruegues del sur. Sorprendente resulta esta estadística si otra vez la confrontamos con el número de personas de etnia mayoritaria danesa. Si en 2012 había un 10,6% de personas de otras etnias y de entre ellas un 66% eran no occidentales, no me cabe otra que concluir lo que decía más arriba: mudarse a Dinamarca te hace más blanque, es decir, te da la capacidad de digerir leche.

O eso es lo que parece estadísticamente. Porque la práctica, sin duda, es bien distinta, como vengo explicando en este blog. 

Leche danesa
Uno de los elementos de coexión nacional promovidos con mayor ferocidad en este país es la uniformidad culinaria. La dieta entendida como danesa tradicional es una forma agresiva de construir la nación. Todes aquí comemos lo mismo, luego todes somos daneses. El cerdo, las patatas, el pan de centeno y los lácteos son uno de los pilares de la danesidad. Por tanto, no se puede entender que haya personas de etnia mayoritaria danesa que no sean capaces de consumir esos productos que definen su etnia. De ahí esos datos del 3-4% que no se corresponden con la cantidad de gente que yo encuentro que dice no tener lactasa ni con los datos comparados con la cantidad de población de otras etnias. De ahí también esa idea de que es parte de la blancura el ser capaz de consumir leche. La leche es blanca... y es mejor para les blanques. Aparentemente. Y por tanto, de ahí también que si no eres de etnia mayoritaria, no eres igual de blanque, y por tanto tampoco igual de capaz de consumir comida de verdad. Es decir, básicamente, cerdo y lácteos.

No poder digerir la lactosa no es una enfermedad, igual que tampoco lo es tener persistencia de lactasa en la edad adulta. Pero en este mundo en el que la medicina occidental está hecha mayoritariamente por blanques, la norma es blanca, y lo que no se entiende como blanco, aunque sea de forma erróneaes patologizado. Y en Dinamarca, qué duda cabe, lo que no es entendido como danese, es inferior. No es una diferencia, es una desventaja, un problema. Algo que te hace menos capaz. Así que para empezar se nombra lo diferente, aunque sea mayoritario, como lo otro, y se transforma en un constante discurso sobre intolerancia a la lactosa en lugar de otro sobre persistencia de la lactasa.

Ahora voy a darle a este artículo un carácter más personal.

Todes mis antecesores conocides, y por tanto mis genes, provienen que yo sepa del norte del Estado español, de un lugar en la frontera entre Galicia y Asturias. Un lugar que cualquier ciudadane españole sabe que produce y consume históricamente un gran porcentaje de productos lácteos. Pero claro, como ciudadane danese esto no se sabe, por mucho que estén de moda las tapas con queso manchego.

Teniendo origen en ese lugar, el índice de probabilidad de carecer de la mutación que permite la persistencia a la lactasa es mínimo, inferior al 10%, y de hecho, uno de los más bajos del mundo. Comparable, sin duda, al de Escandinavia.

No obstante, resulta que yo soy una de esas personas que no es capaz de digerir lactosa. El motivo sin embargo no es seguro. Pero claro, médique sí y médique también ya tienen hechas sus conclusiones y solo tienen un comentario: es mi genética, mi raza, es porque soy españole. "Cuanto más cerca del Sáhara más intolerancia a la lactosa", me repiten. Cuando les respondo que no es cierto, que en el Estado español también se consumen lácteos, que nadie en mi familia tiene intolerancia a la lactosa, que genéticamente provengo de una región con niveles comparables a los del norte de Europa, mantienen su explicación. De hecho, me ha sucedido incluso que un médico me ha dicho directamente "bueno, algún moro se habrá colado por la frontera en tu caso, porque ni los moros ni los negratas son capaces de digerir la lactosa, y en el sur de Europa hay mucha mezcla".

Ciertamente también podría ser mi genética la causante de que yo carezca de esa mutación mayoritaria en el Estado español y en Dinamarca. Pero existen otros motivos para no digerir la lactosa, desde enfermedad de Crohn hasta celiaquía. Si yo fuera una persona de etnia mayoritaria en este país, si se me viera como blanque y como danese, en ningún momento se escribiría en mi historial médico sin realizar un análisis genético de mi sangre que el motivo de mi intolerancia a la lactosa es genético. De hecho, se me haría pasar por toda una serie de pruebas para comprobar que no se trata de un efecto secundario de alguna condición del intestino. Se consideraría un factor preocupante sobre todo teniendo en cuenta otros aspectos de mi historial médico y se dudaría hasta el infinito antes de acabar teniendo que suscribir el origen genético de mi intestino diferente tras la confirmación de las pruebas de laboratorio si la hubiera. Pero no, resulta que a mí no hace falta construirme como blanque, y por tanto mi intestino es por adelantado diferente. Es mi raza. Mi genética. Por consiguiente, sin ninguna base médica para escribirlo, aparece mencionado en mi historial por todas partes.

Y ya para acabar quiero mencionar que investigando para escribir este artículo me he tropezado sin buscarlo con foros de neonazis en los que se discute la tesis del origen ario de la persistencia de la lactasa. Y de ahí he ido a parar a algunos documentos históricos que hablan de la promoción del consumo de leche en la Alemania nazi tal vez como expresión antisemita en un intento de separar a les que consumen dietas kosher.

Bien es conocida la expansión de la ideología nacionalsocialista a Dinamarca, también en cuanto a su alimentación. Por ejemplo en la promoción del pan de centeno. Nada me extrañaría que el origen de la obsesión con la lactasa en este país provenga de aquel momento.


votar





9 comentarios:

  1. No se te ocurrio otra cosa mejor sobre la que escribir. Te comprendo. Estas muy cansada de Cacamarca

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más bien parece que no encontraste tú lo que venías buscando a este blog. Pues ea, a seguir navegando.

      Eliminar
  2. Uf, qué miedo da todo esto.

    ResponderEliminar
  3. Me gustaría mencionar que la leche es una alimento kosher. Otra vez intentando vincular a Dinamarca con el nazismo. Los daneses desprecian el nazismo, y todavía tienen un poco de rechazo a los alemanes que les invadieron en la época nazi. En Dinamarca me sorprendió ver el buen estado en el que estaba el cementerio judío y una calle homenaje a una sinagoga que los nazis quemaron. Un danes también me habló de los actos heroicos de sabotaje que su abuelo hizo contra los nazis. Los médicos daneses me trataron maravillosamente, jamas he visto sanidad mas avanzada que la danesa. Jamas escuche ningún comentario racista de los daneses. Si vi a bastantes españoles aprovechándose del generoso estado del bienestar danes, y de qué manera además (tengo la impresión de que los daneses miraban hacia otro lado). Pienso sinceramente que Dinamarca es un país maravilloso y sus gentes son sencillas, amables y trabajadoras.

    ResponderEliminar
  4. Ay!!! Ese miedo a q no te ven como "blanco", a que te confundan con un moro o negrata!!!!

    Pobre.

    ResponderEliminar
  5. Victoria
    Esos médicos dejan mucho que desear, qué les enseñan en la facultad?? La gente, la mayoría, tiende a ser intolerante a la lactosa en menor o mayor medida, básicamente porque a medida que crecemos y nos desarrollamos los niveles de lactasa disminuyen porque nuestro cuerpo ya puede digerir otros alimentos que nos proporcionan más nutrientes, por tanto ya no es necesaria la producción de lactasa, no como a los bebés y menos a los recién nacido que sólo deben tomar leche materna porque el ph de su estómago es neutro y no pueden digerir nada que no sea eso.
    Esos de los foros nazis, madre mía, qué ignorantes.Entonces como los blancos son más propensos a desarrollar cáncer de piel no seran ellos los inferiores??
    Por cierto, qué irónico, el consumo excesivo de lácteos es un factor para desarrollar osteoporosis, cosa que se suele dar más en los escandinavos xD xD...bueno ellos mismo se matan, allá ellos.
    Por cierto, tomar leche con las comidas no es aconsejable, porque el calcio inhibe la absorción del hierro te lo dice una estudiante de medicina.
    Un besazo Lille, te llevo leyendo unos cuantos años ya xD, me gusta tu sinceridad.Un abrazo transoceánico de esta desconocida ;) :)

    ResponderEliminar
  6. Quién realmente relaciona el mapa con "les blanques"? Yo creo que sólo tú. El mapa muestra una distribución geográfica y no étnica de la intolerancia. Es más, tú mism@ mencionas los tantos "errores del mapa". El mapa está probablemente bien en mostrar los intolerantes a lactosa en el mundo, vaya uno a saber la causa (clima, alimentación, ... mezcla de varios?). Quien lo asocie con color de piel no tiene idea de la distribución étnica mundial. Con más al sur vayas en Sudamérica la población es más blanca, hay muchísima más gente de color en USA, y ya vez que la intolerancia es al revés. En Mongolia y China son blancos. Sinceramente no veo la relación con el color. Pero como tú mismo describes esta falta de correlación, no entiendo .. ¿de dónde sacas que el mapa es racista? Yo creo que el racismo te ha afectado tanto, como suele pasar, que te has vuelto hipersensible y todo crees que es un acto racista.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Terminaste de leer el post? ¿O nada mas viste el mapa y lanzaste la opinión?

      Eliminar
  7. Tu artículo es insoportable de leer. ¿A qué vienen esos plurales en "es"? Al principio pensaba que eras catalán/a como yo, y que te estabas haciendo un lío y poniendo plurales en femenino cuando no tocaba, pero según seguía leyendo veía que no, que era algo intencionado, escribir mal a posta vete a saber con qué propósito (imagino que por la gilipollez esa hembrista -no confundir con feminista, ojo- de que lo que acaba en "o/os" es masculino, no neutro -a quién le importa la confluencia de -us y -um en -o, verdad? El latín no es "cool"-).

    Así que me gustaría dar un opinión sobre tu aparente complejo de inferioridad racial y tu odio a los postulados científicos, pero no he llegado ni a la cuarta parte del artículo, así que como no sé si al final del artículo seguirías manteniendo las mismas tesis y gestos que al principio, mejor me callo. Cuando prendas a escribir sin hacer el idiota, seguro que es un placer leerte, esté o no de acuerdo con lo que dices.

    Saludos.

    P.D: Si te ves demasiado negr@ aclárate un poquito el pelo (un baño de color o tinte castaño medio no "canta" en alguien de pelo negro, no como esa gente de negro zaíno que se tiñe de rubio dorado) y ponte unas lentillas de colores, no es tan difícil; ahora hay incluso una clínica en Barcelona que aclara el color del iris con láser, lo comentaron en la tele hace un tiempo. Busca con Google que seguro que lo encuentras.
    Y si no, pues acéptate como eres y que les den a los daneses; y si no estás a gusto en su país, vete, que hay docenas de países maravillosos en el mundo, y tú no eres quien para ir de invitado a uno y pretender cambiar cómo piensa su gente. No seas fascista y respeta en vez de intentar imponer tu punto de vista, que eres tú el que está de prestado en Dinamarca, no los daneses.

    ResponderEliminar

Otras entradas similares