27 de enero de 2015

70 años de Auschwitz: el pasado es presente

Hoy en el 70 aniversario de la liberación de les poquísimes prisioneres que seguían con vida en Auschwitz-Birkenau, quiero forzar la mirada de les que me leen a recorrer ese camino que va desde el pasado al presente.


La impresión que deja visitar Auschwitz-Birkenau es imborrable. Al menos si lo haces desde una perspectiva como la mía. La extensión del lugar es incomprensible hasta que estás allí. Las enormes cifras son simples números ininteligibles hasta que te encuentras en frías salas de tamaño gigantesco llenas hasta reventar de maletas con nombres, zapatos, cepillos de dientes, gafas, pelo humano, prótesis, ropa... Filas y filas de barracas en las que todavía se siente el miedo. Un sinnúmero de fotos de personas numeradas que miran asustadas. Una infinidad de nombres de aquelles que ya no están con vida. La presencia de la muerte en cada paso. 

Las imágenes históricas, que se repiten una y otra vez en los documentales y en las noticias de días como hoy, han perdido para la mayoría su fuerza. Les humanes son inconmiserables. Todo lo que no les afecta directamente no les afecta en absoluto. 

¿Qué diferencia hay entre 10.000 y 100.000 muertes? ¿Qué diferencia hay entre 1.000.000 y 11.000.000? Especialmente cuando eran desconocides, cuando eran personas con las que la mayoría hoy sigue sin identificarse, cuando eran aquelles que seguimos siendo subhumanes.

Y además, como pensarán la mayoría de les idiotas que escuchen hoy la noticia, es pasado. Y por suerte, las cosas ya no son así. Porque ya se sabe, que esto del Holocausto es algo que pertenece a otra época en la que la gente era racista y xenófoba. De hecho, no eran ni todes les alemanes ni sus aliades, solo sus jefes, solo Hitler y sus secuaces. Eran les nazis, les demás no pensaban así. Eran les nazis que eran malvades por naturaleza. Y ahora ya nadie piensa así. Bueno, tal vez algunos casos muy extremos de neonazis, pero es que eses son igual de malvades, las personas normales no pensamos así.

Permitidme que vomite ante tanta estupidez.

El pasado es presente. El pasado nunca dejó de ser presente. 

Lo que no es presente es nuestra comprensión del pasado, ni siquiera lo es nuestra comprensión del presente que vivimos.

¿Qué fue lo que creó aquellos campos de muerte? Todes eses ismos y fobias. El racismo. El antisemitismo y su amiga íntima la islamofobia. El sentimiento antipolaco. El antizingarismo/gitanofobia. La xenofobia. El capacitismo tanto físico como psíquico e intelectual. La persecución de la izquierda. El clasismo. La homofobia. La transfobia. El constante acoso de todo lo que se considera anormal y su clasificación como antisocial peligroso. La toma de prisioneres en las guerras. El sexismo...

Para tode aquelle que no se ve nombrade en esta lista, el pasado es pasado. Algunes incluso niegan el holocausto. Los privilegios son invisibles para ele que los tiene. Pero para les demás el racismo sigue tan vivo como entonces. Y lo mismo se puede decir de les demás ismos y fobias.

Centrémonos en la situación de Dinamarca como ejemplo.

La Primera Ministra propagando nacionalismo.
El crecimiento de la extrema derecha en Europa no ha dejado de avanzar en las últimas décadas. Tanto en Dinamarca como en el resto de Escandinavia esto es visible. Algunes ya tienen el poder. Otres están a un paso de conseguirlo. En todes el discurso que hace años se hubiera considerado extremo y racista ahora es parte normal del pensamiento de cualquier persona de la calle. Lo que ahora se entiende como extremo, en un par de años dejará de serlo. Para ello no hay más que abrir el periódico, encender la televisión o sencillamente darse una vuelta por cualquier ciudad escandinava. El nacionalismo exaltado no es precisamente sutil u oculto en el día a día de cualquier persona aquí. Como decía en su discurso de año nuevo hace unos días la Primera Ministra, "Dinamarca es el mejor país del mundo".

Ataque antisemita a la sinagoga de Copenhague.
El antisemitismo siguió presente en la Europa de la posguerra. Los estereotipos antisemitas abundan en la red y en la calle, también entre les cristianes y seculares. En Dinamarca la comunidad judía registró en 2013 43 casos de antisemitismo, muchos de ellos cometidos por daneses de etnia mayoritaria. Por ejemplo, un grupo llenó los alrededores de la sinagoga de Copenhague de pegatinas con la bandera danesa y el texto "Dinamarca para les daneses" en tipografía del Tercer Reich. La sinagoga recibió amenazas de atentados con bomba (ya los hubo reales en 1985). Un anciano con kipá fue pateado hasta perder los dientes en un andén de la estación central sin recibir ayuda. Un sueco colgó una lata que simulaba contener Zyklon B (el gas del exterminio) en la verja de la sinagoga. Grupos reconocibles como judíos recibieron gritos antisemitas desde los coches que pasaban. Las lápidas de los cementerios judíos son destruidas.. Por otra parte, existe una web en danés dedicada a la propaganda antisemita que da escalofríos leerla. Y en Facebook ya mejor ni meterse.

Del otro tipo de ataque contra personas de etnias semitas ya ni qué decir cabe, tendría para escribir durante toda una vida. La islamofobia se extiende por Occidente como el fuego. Y Dinamarca es y ha sido desde el inicio de la nueva ola nacionalista europea antiárabe y antimusulmana, uno de sus propulsores. El número de ataques motivados por islamofobia es incontable. Y no solo les neonazis cometen estos ataques. Por supuesto, el discurso islamófobo se encuentra en TODOS y cada uno de los partidos políticos del país, además de TODOS los medios de comunicación. Ser entendido aquí como musulmán, como árabe, como persona de Oriente Próximo, Medio, Pakistán o Magreb (da igual si lo eres o no) es una carta blanca a que te maltraten de forma constante.

Publicidad antipolaca del
mayor sindicato danés.
El sentimiento antipolaco que nutría parte de la ideología nazi no se quedó aparcado en algún rincón perdido de la historia europea durante la guerra. En este país les polaques y en extensión, cualquier persona considerada como "europea del este", tiene que aceptar que en su día a día se le utilice como ejemplo de ladrón, persona que viene a quitar el trabajo, a aprovecharse del estado de bienestar, etc. Los estereotipos anti-europee-del-este crecen por año. De hecho en el último par de años incluso se ha creado un nuevo vocablo, østarbejder o "trabajador-del-este", en el que se puede verter toda la mierda que a une ciudadane de vida media de este país se le antoje.

El trato a las personas gitanas y romaníes y la visión que se tiene de ellas no difiere en la Europa de hoy al trato y visión que se tenía durante la época nazi. Les romaníes hoy siguen siendo expulsades de los países, incluido de Dinamarca, sin otro motivo que su etnia. Se siguen creando campos en los que se les mete, solo que ahora se les llama "ciudades de integración" (como en Francia). La situación socioeconómica en la que la mayoría vive es desesperante. Les habitantes romaníes locales son hostigados en un intento de conseguir que abandonen su cultura y "se integren". Sus hijes son colocades en escuelas especiales para que no se mezclen con les payes, como sucedió con la mayor comunidad romaní en Dinamarca situada en Helsingør hace un par de años. En cuanto a les romaníes inmigrantes, sencillamente se les detiene arbitrariamente, se les niegan sus derechos y, como en el resto de Europa, se les culpa de crear criminalidad e inseguridad ciudadana mientras se les mantiene en la más extrema pobreza.

Sobre la xenofobía de este país llevo escribiendo siempre, y solo hay que darse una vuelta con los ojos mínimamente abiertos por aquí, o si no se puede, visitar las webs del partido nacionalista Dansk Folkeparti que en el momento presente es el que encabeza todas las listas en intención de voto, para ver que en Dinamarca la política antiextranjere y antirrefugiade no es algo del pasado nazi, no. Es algo muy presente. De hecho, el tema más presente en toda la política nacional de forma constante en las dos últimas décadas.

Grupo de refugiades kurdes en huelga de hambre
por su situación en un campo de refugiades en Dinamarca.
No hay que olvidar de hecho que Dinamarca, como gran parte de la Unión Europea, tiene campos de refugiades y campos de inmigrantes cuyas condiciones a veces no difieren mucho de lo que la mayoría esperaría de los campos de otra época pasada. 

La diversidad funcional, llamada discapacidad por la mayoría, en este país se enfrenta de una forma que en mi opinión no ha mejorado mucho de la ideología nazi: eliminación, y si no es posible, ocultación. Así, se hace un screening de todes les no-nacides para eliminar a les no-capaces. Una no muy nueva forma de eugenesia. Les que llegan a existir, son ocultades en instituciones alejadas de los ojos de la mayoría. Y cuando se llega a anciane y/o no se es funcional, los hospitales utilizan protocolos especiales que incluyen no realizar reanimación cardiopulmonar en el caso de parada cardíaca. Las personas con eso que llaman enfermedades psíquicas pierden su libertad y en bastantes casos también la vida en circunstancias más que dudosas en esas instituciones.  

La izquierda que realiza una verdadera oposición al régimen es acallada de formas poco sutiles. Cualquier persona que por motivo de ideología realice una acción política de protesta corre el riesgo de ser juzgada como delincuente y encarcelada. Si además la ideología del grupo minoriatario no apoya la ideología mayoritaria (por ejemplo si se es anticapitalista, anarkista u okupa) además se corre el riesgo de ser juzgade bajo la ley especial creada para combatir el terrorismo que, como en tantos otros países, en realidad es una bella forma de saltarse a la torera los supuestos derechos y libertades civiles. Eficaz arma de represión.

Ser pobre, aquí como en cualquier otro sitio, es visto con sospecha. "Algo habrás hecho". En consecuencia, tu comportamiento se considera como antisocial. Y ya se sabe, pobreza y antisocialidad "es igual a delincuencia". ¿Y qué se hace con les delincuentes? Se les penaliza. Y si es necesario, se les recluye, en prisiones. De vuelta al campo.
Campaña para promover la denuncia
de los crímenes de odio por homofobia.
El texto dice:
"¿Te gustan los maricas con
los ojos azules(=morados)?"

Sobre homofobia y transfobia en este país también he hablado mucho en mis blogs. De cara al público, la estrategia nacional ha cambiado, ahora les daneses se venden como tolerantes e incluyentes. Pero, la realidad del día a día de las personas no heterosexuales y no cisgénero no deja dudas. Los ataques homófobos y tránsfobos son muchos. De hecho, este es uno de los países con una de las estadísticas más altas. En 2008 estimaba el propio Ministerio de Justicia que la cantidad de ataques era 12.000 en un año. Por otra parte, el único estudio que hay hasta el presente sobre las condiciones de vida de las personas LGBT tampoco arroja estadísticas que animen: pobreza, enfermedad, discriminación, menor educación, menor seguridad, aislamiento, exclusión social, esperanza de vida más corta.

En cuanto a las personas que son consideradas como asociales, la línea sigue el mismo camino que con las personas que son consideradas como extremistas en cuanto a sus ideas políticas. Persecución no sutil. Exclusión social. Y en muchos casos encarcelamiento.

El odio por motivos religiosos no solamente afectó a les judíes y musulmanes durante la era nazi. Algunos grupos cristianos, en particular les testigos de Jehová, también fueron perseguides. El odio a lo diferente llega a esos extremos, del mismo modo que lo hace hoy. Les cristianes no protestantes también sufren discriminación en la Dinamarca actual.

Otra cosa que la gente suele olvidar es que Dinamarca es un país en guerra. Y en toda guerra hay prisioneres. No es un secreto que Dinamarca colabora con Estados Unidos y que ambos países se saltan las leyes internacionales como les da la gana en su "lucha contra el terror". Me gustaría a mí que me explicaran la gran diferencia que hay entre un campo de prisioneres de la Segunda Guerra Mundial y uno actual.

He dejado para el final el racismo, el odio motivado por lo que se entiende como raza. El racismo está muy vivo en Europa. Las personas no consideradas como blancas siguen siendo víctimas constantes de crímenes, de marginación, de exclusión social, de discriminación legal y administrativa... El racismo danés se basa en la misma ideología nazi, de supremacía blanca, de supremacía aria. Ser "blanquezine" no es suficiente, hay que ser "verdaderamente blanque". Y eso solo se es en el norte de Europa. El color de los ojos, el color del cabello, la tonalidad de la piel, el tamaño de la nariz, de los labios, todo es utilizado para definir a les verdaderes habitantes por derecho de este país. Y no se queda en el cuerpo, también la vestimenta, los productos que se consumen, la música que se escucha, la forma en la que se decora la casa en la que se vive, todo es objeto de escrutinio para incluirte en ese "nosotres" o "les otres". 

No hace ni dos semanas que la televisión estatal aquí, Danmarks Radio, que hoy de forma hipócrita conmemora el día, emitió en uno de los capítulos de la serie documental más horrible que he visto hasta la fecha aquí, una secuencia de tres minutos que hizo llorar a todes les que la estábamos viendo. 


Estas tres personas, situadas como criminales, son descritas paso por paso en sus características raciales. Son "les otres" que "nosotres" debemos aprender a identificar, porque a veces "son difíciles de descubrir", incluso algunes "en principio son caucásiques". Nada en esa secuencia se diferencia de la propaganda nazi, ni la terminología, ni las intenciones. El mismo Joseph Goebbels hubiera aplaudido con fervor

El uso de la propaganda es justamente un punto en el que Dinamarca ha aprendido mucho de su colaboración (supuesta ocupación) con la Alemania nazi. Durante décadas Escandinavia ha extendido un rumor sobre sí misma que el resto del mundo se ha tragado, mientras al mismo tiempo en casa se cometían crímenes dignes de les propies nazis. Esa Escandinavia igualitaria, tolerante, diversa, punto de acogida de les refugiades del mundo, pacífica, neutral, bella, modélica, guarda en su historia reciente muchos aspectos que se ocultan en la propaganda que recibe el resto del mundo. ¿Ejemplos? 
  • La esterilización forzosa de las personas romaníes y con diversidad funcional entre 1934 y 1977 en Noruega. 
  • La esterilización forzosa de personas romaníes, samis y con diversidad funcional entre 1934 y 1976 en Suecia. 
  • La esterilización forzosa de las personas trans* en Suecia hasta 2013, en Dinamarca hasta 2014, todavía presente en Noruega. 
  • La experimentación social en puro estilo Auschwitz con groenlandeses en 1952 por parte de Dinamarca. 
  • La presente experimentación médica de caras drogas medicinales para el tratamiento de la diabetes en países como India por gigantes empresas farmacéuticas danesas en condiciones muy cuestionables. 
  • La creación de campos de refugiades donde se violan los derechos de estas personas durante períodos que a menudo exceden una década. 
  • La falta de reparación de los crímines cometidos contra las excolonías, y la falta de enseñanza de el colonialismo y esclavismo escandinavo en las escuelas. 
  • La existencia en Dinamarca de leyes de limpieza racial desde 1929 (mucho antes de la ocupación nazi) y de un Instituto de Eugenesia que siguió funcionando hasta 1956 (mucho después del fin de la ocupación). 
  • La oferta estatal de forma sistemática en Dinamarca desde 2003 a tode embarazade de valoración de riesgo de error genético o enfermedad seguida de invitación al aborto. 
  • Expulsiones en los últimos años de ciudadanes de la Unión Europea (y por tanto con derecho a buscar trabajo en Dinamarca) por el sencillo hecho de ser romaníes. 
  • Del mismo modo expulsiones danesas de refugiades polítiques a países en los que no se garantiza de ningún modo su seguridad. 
  • Denegación ilegal de la nacionalidad danesa a refugiades sin nacionalidad nacides y crecides en Dinamarca. 

La hipocresía de la propaganda danesa no tiene fin. Para fuera Dinamarca es constante guardiana de las libertades civiles y lucha contra la homofobia y el antiseminitismo de países como Rusia o Turquía. Para dentro construye una acusación constante de musulmanes, inmigrantes y refugiades por sus supuestes homofobia y antisemitismo al mismo tiempo que las estadísticas muestran que el mayor número de crímenes de odio los cometen las personas de mayoría étnica danesa.

70 años después Europa no ha aprendido nada. 

Los genocidios no se acabaron allí. ¿Qué pasa con Darfur o con les yazidis? La eugenesia no era algo exclusivo de les nazis. ¿Dónde están todes esas personas con Síndrome de Down? ¿Por qué las poblaciones romaníes han disminuido en una parte de Europa?

Las consecuencias del holocausto tampoco se quedaron en 1945. ¿Dónde están las reparaciones al pueblo romaní, a les prisioneres no judíes? ¿Por qué se pueden seguir comprando medicamentos a Bayer que experimentaba con prisioneres en Auschwitz? ¿Por qué la marca Saurer que creó a petición los camiones que funcionaron como cámaras de gas en Chelmno siguió vendiendo camiones hasta 1982 y hoy todavía existe como parte de la industria textil? ¿Por qué no hay boicots ni es bien conocido que Kelloggs, Krupp, Volkswagen, Mercedes-Benz y Ford se beneficiaron de la existencia de campos de concentración? 

Las persecuciones por motivos raciales, étnicos, religiosos, políticos, eugénicos, etc. no se acabaron en la Alemania nazi. Al contrario, somos sus herederes. Nuestras sociedades y sus prejuicios se nutren de su historia.

Tengo miedo. Si viviera lo suficiente sería carne de crematorio.


votar





15 de agosto de 2014

Control casual

Curioso como ese llamado control casual siempre por casualidad cae en mí como la única persona en la fila esperando a pasar por el control de seguridad. Curioso como haciendo la estadística, de cada 30 veces que cruzo, 28 me toca a mí y solo a mí que me cacheen, revisen mi mochila, me metan mano hasta dentro de la ropa interior y me hagan quitar los zapatos y a veces hasta los calcetines. Curioso como cuando, por comprobar si existe tanta casualidad, dejo a la persona detrás de mí pasar aunque es mi turno y ello resulta en que esa persona pita en el detector de metales pero no es revisada pero yo justo después también pito y a mí sí que me toca pasar varias veces y casi desnudarme. Curioso como cada vez que me corto el pelo y mi estilo punk se hace más visible no solo me toca cacheo, también me toca que me humillen con comentarios sexistas y racistas, además de la mano controladora hasta en la entrepierna.


votar





5 de junio de 2014

Por si no había suficientes banderas

Por si no había suficientes banderas en el día a día, ahora me la tengo que encontrar hasta al abrir Google. Y yo que me había quedado en casa hoy 5 de junio para no tener que soportar el nacionalismo a patadas en este día en el que - en teoría - celebran su constitución pero que - en la práctica - es una exaltación de todo lo nacional y entendido como danés. Veo que voy a tener que apagar también el ordenador. 


votar





16 de marzo de 2014

Persistencia de lactasa y racismo

Aquí en Escandinavia, y particularmente en Dinamarca, se cree que eso de ser capaz de digerir lactosa es una característica de la raza superior, es decir, de les realmente blanques. Vamos, de ellesCuanto más al norte, no me dejan de repetir, más personas con la mutación que supone en su opinión un avance evolutivo para conservar la lactasa (la enzima que procesa la lactosa) en la edad no lactante y digerir por tanto todos esos productos creados con las leches de otres animales que ele humane.

Este mapa (o uno similar) se encuentra por todas partes, desde entre les médiques daneses (no solo en las consultas, sino por ejemplo en su revista Læger -Médiques- y en publicaciones como Sundhedslex -Enciclopedia Médica-) hasta en la Asociación de Intolerates a la Lactosa (ADILAC) del Estado español, además de en Wikipedia y miles de artículos y revistas online especializadas en temas que van desde medicina hasta antropología, y en todos los idiomas que puedo entender. El mapa muestra la supuesta distribución de la intolerancia a la lactosa en el porcentaje de la población total. Aunque las áreas son demasiado grandes para mostrar diferencias regionales, nos hacemos una idea. Son les blanques les que digieren la lactosa. Son les occidentales y sus descendientes. Son les europees del noroeste y sus ex colonias "blancas". Por tanto, cuanto menos blanque se es, menos se es capaz de digerir lactosa.


Sin embargo, como siempre ante estos discursos biologicistas que promueven un determinado entendimiento del mundo que casualmente sitúa a les blanques en un vértice (y en este caso para no variar por supuesto en su opinión no en el peor), hay que tener mucho cuidado. 

Este mapa tiene tantos problemas que no sé ni por dónde cogerlo. 

Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda son imaginados como países con poblaciones completamente blancas. Curioso pues el porcentaje de bebedores de leche si lo comparamos con el de las zonas de las que provienen muches de les habitantes de estas naciones imaginadas como blancas. Aparentemente les africanes, latinoamericanes y asiátiques (por no hablar de los pueblos nativos de Norteamérica) que habitan en Estados Unidos han adquirido la capacidad de digerir la lactosa por arte de magia... o más bien por arte de exclusión estadística y racismo institucionalizado. Si en 2010 había solo un 72,4% de población estadounidense considerada como blanca en el censo, y si en esa cifra se incluía también a les hispanes blanques, ¿cómo nos explicamos el porcentaje de digestión de la lactosa en EE.UU. que muestra el mapa? El mismo análisis crítico cabe con Australia y Nueva Zelanda, donde los porcentajes de personas con origen en Asia, Oceanía y otras regiones son obviamente olvidados y solo se recuerda la descendencia de origen europeo blanco. 

Lo opuesto pero en realidad siguiendo el mismo mecanismo se ve en la representación de países que se imaginan como periféricos a la existencia de les blanques, y por tanto como completamente no blancos. Aparentemente según el mapa la distribución de personas no blancas es prácticamente uniforme al sur del Ecuador. Por ello, un país como Zimbabue donde la población no africana es inferior al 0,3% según su censo, contiene el mismo nivel de personas intolerantes a la lactosa como un país como Sudáfrica, donde el porcentaje de población definida como blanca (un 9%) aparentemente ha perdido su capacidad de digerir la lactosa. Por ello también, cuanto más al sur de Estados Unidos y más lejos de Europa, y también menos occidental, aparentemente menos blanque se es. Es para quedarse con la boca abierta ver que países como Argentina, donde el porcentaje de personas procedentes de etnias europeas entendidas como blancas supone nada menos que un 80%, figuran en el mapa como regiones donde la población no puede apenas digerir lactosa. Obviamente eses antigües europees deben haber perdido casi por completo su capacidad de digerir leche al cruzar el Atlántico hacia el sur y no hacia el norte. Me pregunto yo qué creen les que han diseñado este mapa que hacen con todas esas vacas en el Cono Sur...

Más de lo mismo se puede ver en lo que sucede con la representación de las poblaciones árticas. Allí donde se cree que hay blanques de les buenes (el  norte de Canadá y Alasca junto a la mayor parte de Rusia,), la leche acompaña. Rusia es además un caso singular, ya que a pesar de tener 160 grupos étnicos, sigue siendo visto como un país de los nuestros, porque ya sabemos que les ruses son rubies, y les rubies son blanques, y les blanques digieren leche...

Si volvemos ahora la vista a esa Europa resplandeciente blanca, esa que está en el norte, aparentemente aquí sucede que les habitantes procedentes de otras regiones han adquirido esa capacidad de consumir lácteos por el mero hecho de mudarse a la supuesta cuna de la lactasa. O al menos no puedo encontrar otra forma de explicar que ninguna de esas regiones del norte tenga un porcentaje de población cuya etnia con origen en esa región sea tan elevado como el número mencionado para personas que pueden digerir la lactosa. A esto volveré más abajo.

Casi más escandalosa me resulta la manipulación que existe en la interpretación del simple hecho de ser capaz de digerir lactosa y por tanto la distribución de zonas donde la persistencia de la lactasa existe y su representación en los mapas. El cuento oficial, médico, científico, comercial y demás es el mismo. Les noreuropees tienen la mutación, desde elles se ha extendido a otres pueblos. Pero, ¿es esto cierto? No.

Existen varias mutaciones diferentes entre les humanes que nos han permitido digerir la lactosa. La mutación europea no es la única. Ni siquiera es la única explicación. También hay mutaciones que hacen lo contrario, que no permanezca la lactasa en la edad adulta.

Y es que no solo les europees han aprendido a consumir productos lácteos en cantidades ingentes a lo largo de la historia. Cualquiera con un mínimo de conocimiento del mundo ha oído hablar de pueblos como les masáis, que viven históricamente del ganado y su leche, o ha probado a degustar algun plato de la India entre cuyos ingredientes sin duda había algún producto lácteo. Es una mentira que la lactosa no se pueda digerir si no se es blanque y rubite.

De hecho, los estudios menos sesgados por el racismo muestran que existen focos en la humanidad que han desarrollado algún tipo de capacidad para consumir lácteos de forma independiente, y su distribución se corresponde con la distribución de la domesticación y producción de ganado especialmente bovino, pero no únicamente. Así, pueblos como les tuaregs, que históricamente viven con ganado caprino y camélido, les beduines de la península Arábica que conviven con ganado camélido, les mongoles de las estepas, cuya dieta incluye lácteos equinos, o una gran parte de la población del este de África y del subcontinente indio, son capaces por lo general de digerir la lactosa, por mucho que en este mapa y sus similares figuren con colores y porcentajes irrisorios. 

Ahora retornemos a Europa del Norte. Es para mostrarse incrédule de todo lo que sigue cuando une escucha día sí y día también que el origen de la persistencia de la lactasa está aquí y que por eso aquí es donde hay un mayor porcentaje de población que no es intolerante a la lactosa. Cómico si se tiene un conocimiento básico de la historia europea y global. La domesticación del ganado sin duda no se inició en esta región del mundo y llegó aquí mucho después. De hecho, los estudios genéticos muestran que la mutación predominante que permite digerir lácteos en el norte de Europa se originó en Europa Central y desde allí se expandió a otras regiones y pueblos, incluyendo turques, mongoles, ibériques y también más tarde escandinaves. 

La mayor parte de los estudios mencionados en este país muestran que el porcentaje de daneses incapaces de digerir lactosa se sitúa en torno al 3-4%, y algo similar sucede con les sueques del sur y les noruegues del sur. Sorprendente resulta esta estadística si otra vez la confrontamos con el número de personas de etnia mayoritaria danesa. Si en 2012 había un 10,6% de personas de otras etnias y de entre ellas un 66% eran no occidentales, no me cabe otra que concluir lo que decía más arriba: mudarse a Dinamarca te hace más blanque, es decir, te da la capacidad de digerir leche.

O eso es lo que parece estadísticamente. Porque la práctica, sin duda, es bien distinta, como vengo explicando en este blog. 

Leche danesa
Uno de los elementos de coexión nacional promovidos con mayor ferocidad en este país es la uniformidad culinaria. La dieta entendida como danesa tradicional es una forma agresiva de construir la nación. Todes aquí comemos lo mismo, luego todes somos daneses. El cerdo, las patatas, el pan de centeno y los lácteos son uno de los pilares de la danesidad. Por tanto, no se puede entender que haya personas de etnia mayoritaria danesa que no sean capaces de consumir esos productos que definen su etnia. De ahí esos datos del 3-4% que no se corresponden con la cantidad de gente que yo encuentro que dice no tener lactasa ni con los datos comparados con la cantidad de población de otras etnias. De ahí también esa idea de que es parte de la blancura el ser capaz de consumir leche. La leche es blanca... y es mejor para les blanques. Aparentemente. Y por tanto, de ahí también que si no eres de etnia mayoritaria, no eres igual de blanque, y por tanto tampoco igual de capaz de consumir comida de verdad. Es decir, básicamente, cerdo y lácteos.

No poder digerir la lactosa no es una enfermedad, igual que tampoco lo es tener persistencia de lactasa en la edad adulta. Pero en este mundo en el que la medicina occidental está hecha mayoritariamente por blanques, la norma es blanca, y lo que no se entiende como blanco, aunque sea de forma erróneaes patologizado. Y en Dinamarca, qué duda cabe, lo que no es entendido como danese, es inferior. No es una diferencia, es una desventaja, un problema. Algo que te hace menos capaz. Así que para empezar se nombra lo diferente, aunque sea mayoritario, como lo otro, y se transforma en un constante discurso sobre intolerancia a la lactosa en lugar de otro sobre persistencia de la lactasa.

Ahora voy a darle a este artículo un carácter más personal.

Todes mis antecesores conocides, y por tanto mis genes, provienen que yo sepa del norte del Estado español, de un lugar en la frontera entre Galicia y Asturias. Un lugar que cualquier ciudadane españole sabe que produce y consume históricamente un gran porcentaje de productos lácteos. Pero claro, como ciudadane danese esto no se sabe, por mucho que estén de moda las tapas con queso manchego.

Teniendo origen en ese lugar, el índice de probabilidad de carecer de la mutación que permite la persistencia a la lactasa es mínimo, inferior al 10%, y de hecho, uno de los más bajos del mundo. Comparable, sin duda, al de Escandinavia.

No obstante, resulta que yo soy una de esas personas que no es capaz de digerir lactosa. El motivo sin embargo no es seguro. Pero claro, médique sí y médique también ya tienen hechas sus conclusiones y solo tienen un comentario: es mi genética, mi raza, es porque soy españole. "Cuanto más cerca del Sáhara más intolerancia a la lactosa", me repiten. Cuando les respondo que no es cierto, que en el Estado español también se consumen lácteos, que nadie en mi familia tiene intolerancia a la lactosa, que genéticamente provengo de una región con niveles comparables a los del norte de Europa, mantienen su explicación. De hecho, me ha sucedido incluso que un médico me ha dicho directamente "bueno, algún moro se habrá colado por la frontera en tu caso, porque ni los moros ni los negratas son capaces de digerir la lactosa, y en el sur de Europa hay mucha mezcla".

Ciertamente también podría ser mi genética la causante de que yo carezca de esa mutación mayoritaria en el Estado español y en Dinamarca. Pero existen otros motivos para no digerir la lactosa, desde enfermedad de Crohn hasta celiaquía. Si yo fuera una persona de etnia mayoritaria en este país, si se me viera como blanque y como danese, en ningún momento se escribiría en mi historial médico sin realizar un análisis genético de mi sangre que el motivo de mi intolerancia a la lactosa es genético. De hecho, se me haría pasar por toda una serie de pruebas para comprobar que no se trata de un efecto secundario de alguna condición del intestino. Se consideraría un factor preocupante sobre todo teniendo en cuenta otros aspectos de mi historial médico y se dudaría hasta el infinito antes de acabar teniendo que suscribir el origen genético de mi intestino diferente tras la confirmación de las pruebas de laboratorio si la hubiera. Pero no, resulta que a mí no hace falta construirme como blanque, y por tanto mi intestino es por adelantado diferente. Es mi raza. Mi genética. Por consiguiente, sin ninguna base médica para escribirlo, aparece mencionado en mi historial por todas partes.

Y ya para acabar quiero mencionar que investigando para escribir este artículo me he tropezado sin buscarlo con foros de neonazis en los que se discute la tesis del origen ario de la persistencia de la lactasa. Y de ahí he ido a parar a algunos documentos históricos que hablan de la promoción del consumo de leche en la Alemania nazi tal vez como expresión antisemita en un intento de separar a les que consumen dietas kosher.

Bien es conocida la expansión de la ideología nacionalsocialista a Dinamarca, también en cuanto a su alimentación. Por ejemplo en la promoción del pan de centeno. Nada me extrañaría que el origen de la obsesión con la lactasa en este país provenga de aquel momento.


votar





5 de marzo de 2014

Paseando por las calles de Nørrebro

Uno de los barrios de Copenhague con menos daneses de etnia mayoritaria es Nørrebro. Tal vez por eso, no resulta muy difícil encontrarse alguna bandera privada en la fachada de los edificios colgando de la ventana de algune asustade. No vayamos a olvidarnos por un minuto de que estamos en Dinamarca. 




votar





24 de febrero de 2014

McDonald's a la danesa

La necesidad de promoverse como algo danese aquí afecta hasta a una de las multinacionales más uniformes del mundo: McDonald's. Sus anuncios aquí no promueven que la comida sepa bien, que sea sana, que sea barata o cualquier otro de los reclamos que utilizan en otros países. Aquí saben que si quieren vender, necesitan promoverse con lo que importa de verdad: la danesidad. Así la ciudad está empapelada de McDonald's a la danesa. Es decir, McDonald's que venden porque sus huevos son daneses




votar





19 de febrero de 2014

Pepinos nacionalistas

Pocas cosas comestibles crecen en este país. La mayor parte de las frutas y verduras que se consumen son importadas del sur de Europa, de África, Latinoamérica y Asia. Por lo general no está muy detallado el lugar de origen. A no ser, por supuesto, que el producto sea danés. Entonces no cabe duda. Estos pepinos nacionalistas aparentemente son mejores, y por ello más caros, que los no abanderados de las cajas un metro más allá. 





votar





Otras entradas similares